Soy un fan que va con ilusión al cine todo lo que le echa el UCM, y no me escondo. Tengo la suerte de que me gusten más, me gusten menos, disfruto todas las películas de este universo, y eso de momento no me lo va a quitar nadie.
Así, recojo con agrado esta nueva entrega, que si bien es la secueela de Capitana Marvel, lo cierto es que el protagonismo está muy repartido entre Carol Danvers, Monica Rambeau y Kamala Khan, pero es esta última la que para mi gusto se hace con la función, siendo las partes en las que sale ella las más divertidas. Un acierto que Carol Danvers haya dado un pequeño paso a un lado, cediendo una parcela de protagonismo, haciendo que así el personaje funcione mejor.
La película no es ningún alarde argumental, y en el fondo no pasa de ser una historia de aventuras, con sus momentos para el humor, la épica y lo emotivo (¡pero con gatitos!), en un cocktail que para mi gusto funciona, ya que me ha resultado divertida, que es lo que le pedía.
No falta, por supuesto, su escena poscréditos, que esta vez sí que resulta bastante potente, y unida al epílogo que va antes de estos, dibuja bastante bien cómo será el porvenir de este culebrón superheróico.
Y a mí me siguen teniendo completamente dentro.
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