Perlitas de sangre.
Reseñados miércoles y jueves, es el turno del viernes. Aproveché para dormir hasta tarde, de modo que por la mañana no jugué a nada, pero estuve tan a gusto de tertulia cafetera hasta la hora de comer, y por la tarde una descacharrante partida de Pasión de las pasiones, con momentos como siempre hilarantes.
Por la noche me iba otra vez al rol de mesa, y probaba el Y-System con El reencuentro, una historia de terror ambientada en un monasterio de Rascafría y protagonizada por un grupo de amigos que se van de preboda. Gran partida, pardiez.
El sábado por la mañana tampoco juego a nada, y por la tarde dirijo Pulp Fiction, partida a la que le tengo mucho cariño pero a la que se le empiezan a ver algunas costuras (la escribí en 2011) y por la noche la gran sorpresa, Fiesta pijama en casa de Rapunzel: el musical (sí, tuve que cantar), partida de la que esperaba poco, pero que termina siendo una experiencia divertidísima y desternillante.
Y esas han sido las partida, con un saldo muy positivo, y en el aspecto lúdico más contento que en TdN. Ahora, a pensar en las de 2024.
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