Regalo Olentzeril.
Soy una persona muy poco navideña. De hecho, es la época del año que menos me gusta, pero tiene de bueno que incluye días festivos, como el de hoy, que permiten alargar un poco el fin de semana.
El viernes, después de comer y echar la siesta, me fui a Miribilla, a disfrutar de la victoria de Bilbao Basket contra Girona, y después a cenar al Udon con mi señora novia.
El sábado, tras terminar el Thimbleweed Park, me fui hasta Santutxu, a comer unos tacos, y por la tarde rol, con el exótico pero interesante <busca el nombre, que lo tiene apuntado>, Chuubo's Marvelous Wish-Granting Engine, una propuesta francamente divertida de rol sin dados, que nos da para montarnos una historia muy épica. Por la noche me retiro a casa y me pongo un par de capítulos de La víctima número 8.
Domingo por la mañana. Aprovecho y me doy un paseo hasta la tienda de juegos de San Inazio, y vuelvo, comiendo algo por el camino. Cojo el autobús y me voy a Max Center a ver Godzilla, y vuelvo dando un paseo. Día de mucho andar, 27000 pasos. Por la noche me quedo tranquilamente en casa y aprovecho para terminar la serie que tenía empezada (se me acumulan las cosas a reseñar).
Lunes. No toca madrugar, pero no consigo dormir hasta más tarde de las 7:30, así que me levanto, me veo un par de capítulos de What If, me echo una minisiesta y me voy a casa de mi madre. Comilona (solo como langostinos una vez al año, pero cuando ocurre es una cantidad generosa), intercambio de regalos y a casa, a digerir las viandas. Después, y para terminar el fin de semana, a la lonja, donde jugamos a Lewis&Clark y Splendor (en ambas quedo segundo, hoy no era mi día).
Eso ha sido todo más o menos, mañana toca trabajar. Por suerte la semana solo es de 4 días.
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