62 años antes de Los juegos del hambre.
Puede que sea por influencia del mal regusto que me dejaron las películas de Animales Fantásticos (como esta, precuela de exitosa saga de películas, basada en exisosa saga de literatura juvenil), pero lo cierto es que esta película me daba un poco de pereza, aunque me animé a verla y mi sensación ha sido en general positiva.
Nos cuenta básicamente, la juventud de Coriolanus Snow, el malo malísimo de Los juegos del hambre, a quien daba vida Donald Sutherland, y cómo fue su primera toma de contacto con los infames juegos mortales (aunque yo pensaba que iba a ser una película sobre cómo nacieron estos), así como de su relación con Lucy Gray Baird, y cómo llegó a convertirse en el villano que sería.
La película es, en general, muy entretenida, pero viéndola da la sensación de que esto daba para dos películas y lo han juntado un poco a lo bruto, pues los dos primeros actos nos cuentan una historia, la que se intuye en los trailers, y el tercer acto, un poco epílogo, nos cuenta otra totalmente distinta, y que a mí por lo menos me pillaba a contrapie, un poco como si la película ya hubiera terminado y no quisiera terminar de irse, siendo el tercer acto un bajón gordo con respecto a los dos primeros, sobre todo por la sensación de que la prisa precipita muchísimo el cambio en el protagonista, algo que debería haber sido más gradual.
Por lo demás, conserva la magia y la esencia de las películas de Los juegos del hambre, y aunque obviamente no es una película redonda, el resultado es cuando menos digno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario