Parecen pocos, pero cuando eres uno de ellos, te parecen demasiados.
No es habitual que por trabajo madrugue un sábado, pero hoy ha tocado. Bueno, ha "tocado" entre comillas, y es que si he tenido que ir hoy es porque me apunté como voluntario para ir a cuidad el examen de administrativos, algo que desde luego es agotador, pero ni punto de comparación con lo que es hacerlo.
El examen hoy constaba de dos partes, ambas de test, la teórica y la práctica (como cuando me examiné yo, pero ambas el mismo día). Sin embargo, en vez de darles los dos cuadernillos de preguntas a la vez que sería lo suyo, una vez terminan el primero tienen que esperar (y no poco, los que menos una hora, los que más, dos horas y pico) hasta hacer el segundo, en lo que se convierte en un cruel y, sobre todo, innecesario suplicio. Espero que a esto le den una vuelta, porque me consta que esto ha generado mucho descontento entre la gente que se examinaba (yo me habría encabronado, la verdad), pero al menos tienen la cosa de que, para bien o para mal, ya han pasado el trago y solo les queda esperar las notas.
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