A pesar de lo que sugiere el título, no es una película de superhéroes.
La hijísima de Shyamalan, el rey del plot twist de los tiempos modernos, nos presenta su opera prima, una más que digna película de suspense que, sin intentar reinventar la rueda, nos ofrece una historia eficaz y solvente en su simpleza, con una atmósfera bien conseguida, a la que tal vez se le pueden echar en cara unos personajes no demasiado definidos y una resolución demasiado sencilla. Pero si le voy a reconocer como virtud que sepa no complicarse la vida, tampoco la voy a condenar precisamente por eso.
Con una premisa muy similar, me atrevería a decir que demasiado, a la serie From, una chica se ve perdida en un bosque del que no puede salir, y encuentra un bunker, con gente extraña, que le dicen que no puede salir por la noche, pues es cuando salen esos misteriosos "vigilantes".
La idea, sin ser original, funciona, y es de agradecer que no se queden demasiadas cosas en el aire. Nos explican (luego ya la explicación gustará más o gustará menos) lo que son esos vigilantes y lo que quieren, y nos da un final sencillo, que no se desvive por buscar el inefable giro de guión tuerceculos. La película prefiere hacer una apuesta más prudente, yendo más a tiro fijo, y eso le ayuda a salir airosa, lo que cuando muchas veces, cuando se intenta contar una historia de misterios, no pasa. Pecará de otras cosas, pero no de abrir mil frentes y no cerrar ninguno.
No enamora, pero funciona.
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