Posando con Willy, otro de los voluntarios.
Ayer fue el tercer día de fiestas de Bilbao, pero el primero que bajé yo. Y si lo hice fue porque tenía turno de barra en Moskotarrak (ojo al dato, de las 44 ediciones que se han celebrado, con esta, de la Aste Nagusia, yo he estado haciendo turno en 22), y como ya me había comprometido, tocaba ir.
Me daba toda la pereza del mundo, pero a las 17 ya estaba con mi camiseta fiestera, rumbo al recinto ferial, para hacer el primero de los turnos de este año (repito jueves y sábado), que se prolongó hasta la hora del cambio de turno, la 1:00.
Es verdad que luego una vez ahí estás a gusto, rodeado de amigos, tomando algo y tal, pero lo cierto es que ya no es un plan que me ilusione como antaño, y que si no fuera por los turnos, este año valoraba como opción seria la de no bajar ni un día. Pero bueno, toca mirar a olo bueno, y dentro de lo que cabe disfrutar del plan.
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