Tronchante.
Amanecemos en Madrid y vamos dando un paseo al centro. Concretamente al Rastro de la zona de La Latina, donde vemos más y más gente. De ahí a la plaza Benavente, donde supuestamente hay un mercadillo navideño que resulta ser mentira.
Aprovechamos la parada para comer y vamos a culturizarnos, a la zona de los museos. Agarramos bien nuestras carteras al pasar por una de las zonas con mayor índice de criminalidad de España (el Congreso de los Diputados) y vemos, pero por fuera, que había mucha cola, el museo del Prado.
Donde sí entramos es en el jardín botánico, que por 3 euros nos permite un paseo muy agradable, rodeados de árboles, flores y hortalizas varias. Al salir, nos acercamos al Thyessen y entramos al vestíbulo, donde vemos que hay exposición de Edvard Munch. Pero bueno, como no está "El Grito", no llegamos a meternos.
Hacemos pausa para merendar y cogemos fuerzas para atravesar la terrible muchedumbre que separa Sol de Gran Vía, con especial tapón en el Primark (no bromeo, la cola llegaba hasta la esquina y había gente para colocar a los de la cola, a lo discoteca).
Y por fin uno de los eventos más esperados, el show de Leo Harlem, del que salimos encantados de tanto reírnos.
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