Armin Tanzarian, la película.
Un thriller con aires costumbristas en el que Leo (o Gabriel) un niño perdido reaparece varios años después, ya no tan niño, y se va a vivir de nuevo con su madre a un pequeño pueblo del Pirineo catalán, algo que hará que se vayan destapando enterrados dramas familiares y Leo/Gabriel tendrá que enfrentarse a un mundo que para él es nuevo y luchar para recuperar unos recuerdos que... ¿son los suyos?
Y ahí está la cosa, en saber si Leo es el verdadero Gabriel o solo un impostor que se hace pasar por él, si es el niño que se perdió o si su madre simplemente juega a reconocerlo ante la necesidad de cubrir el hueco. Con esa incertidumbre juega un poco la película, a la vez que cuenta la adaptación de Leo/Gabriel a su nueva vida y el espectador trata de averiguar cuánto de lo que cuenta es cierto y cuánto inventado.
¿Opiniones? Bueno, una película entretenida, que mantiene el interés, aunque el ritmo sí es un poco apagado, pero va creciendo hasta el final, que acelera y frena en seco, sin llegar a estrellarse, así que bien. Sobre las actuaciones, en este caso descoloca un poco, ya que sospecho que la película está rodada, al menos en gran parte, en catalán, por lo que está doblada, y como algunos actores sí parece que se doblan a sí mismos, el efecto es raro y descoloca.
Ayuda a pasar el rato, si bien imagino que será una de esas películas que dentro de un tiempo ni siquiera recordaré haber visto. Aprueba, pero sin alardes.
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