Posando victorioso junto al juego.
Ayer terminamos la campaña que empezamos en noviembre de este juego, versión legacy (en resumen, de un solo uso) del juego ¡Aventureros al tren! (en original Zug um Zug, pero más conocido por su título en ingles Ticket to ride), con el que me pasa una cosa muy curiosa, que creo que no se me da nada mal, pero no lo suelo disfrutar porque me estresa muchísimo y nunca juego. Sin embargo, esta campaña nos ha encantado.
Para quien no conozca el Ticket to Ride, es básicamente un juego de ir rellenando recorridos ferroviarios con unas cartas de colores, con una estrategia que consiste en saber cuándo robar cartas y cuándo jugarlas, sin quedarte vendido ni que te pisen las estrategias, para poder cumplir unas misiones secretas (siempre "conecta ciudad A con ciudad B"), y a poder ser chafar las de los demás. Esto así exageradamente resumido.
En esta verisón, la ficción nos traslada a mediados del S. XIX, la conquista del Oeste, y nos pone en la piel de compañías ferroviarias, que tienen que poblar el país de vías, para conectar ciudades, y esta sensación de crecimiento está muy lograda, porque (esto no es spoiler) el mapa se va haciendo más grande, a medida que avanzan las partidas. Primero empezamos con Nueva Inglaterra y poco más, y en la última sesión ya tienes todo el territorio.
Además, y ahí está la magia, cada territorio tiene sus peculiaridades, que no se conocen al empezar. Lo que tenemos son unas cajitas "Cascadia", "California", etc, cuyo contenido se desconoce hasta que se desbloquea esa región y toca abrir la caja, con sus nuevas reglas, cartas, pegatinas y componentes especiales, algunos de los cuales le dan un giro muy divertido al asunto (y descubrirlos es parte de la emoción). Además, este cambio obliga a estar adaptando constantemente la estrategia para poder ganar.
La campaña la empecé con buen pie, ganando varias de las primeras partidas, pero el juego tiene un sistema bastante bien pensado, para compensar al que queda último en una partida, con lo que nunca te puedes confiar, y aunque llegué a la última sesión con algo de ventaja, y en esta pude sacar bastantes puntos y terminar ganando con cierta holgura, bien es cierto que de haberse desarrollado las cosas de otra manera, podría no haber sido así.
Así que, sin poder decir mucho de su contenido, he de decir que ha sido una experiencia muy grata, que por 22 euros por cabeza nos ha proporcionado 7 tardes de emocionante diversión y la peor parte es el vacío que nos deja ahora. Puede que en un futuro haga una reseña con spoilers.
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