¿Hermana, voy bien para la fábrica nacional de moneda y timbre?
Una atractiva chica estadounidense llega a Roma porque ha recibido la llamada de Dios (y de un alto jerarca de la Iglesia, que la ha contactado personalmente) para ingresar en un convento. Al principio está ilusionadísima, pero pronto verá que el convento es menos idílico de lo que parece, y terminará embarazada, sin haber mnantenido relaciones sexuales, descubriendo que es por eso para lo que la trajeron.
Esta sinopsis bien la podría haber escrito para La primera profecía, ya que en eso coinciden. Aunque en el resto de cosas son propuestas muy distintas, ya que lo que en una es el giro final en la otra es básicamente la premisa. Pero no acaban ahí las diferencias, puesto que La primera profecía me pareció mucho más sosa y genérica, esta, que durante su desarrollo no me estaba pareciendo nada fuera de lo común (si bien se me hacía muchísimo más amena), cuenta con un final memorable, que abofetea al espectador con fuerza y nos trae una escena muy impactante y bien ejecutada, de esas que dejan mal cuerpo.
Lo mejor del subgénero "thrillers de monja embarazada" de este año.
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