lunes, 4 de septiembre de 2023

Fancrónica

Midnight Krewe, una partida maravillosa.

Ayer llegué tan tarde que no me daba tiempo, pero como prometí, hoy viene la crónica del fin de semana.

Esto empieza el viernes, donde por suerte no tengo que madrugar, pues el vuelo era a las 13:40, lo que incluso me da tiempo a ver, con el móvil, el esperpéntico España-Letonia de baloncesto. Aterrizo, y ahí hay un poco de emoción, pues tengo que ir de terminal 1 a terminal 2 y, una vez allí, coger el tren de las 15:38, tarea que habría sido fácil en circunstancias normales, pero mi vuelo había salido con más de 20 minutos de retraso, suficiente como para que tuviera que correr para no perder el tren.

Pero lo cojo, y me lleva a Barcelona centro, donde me recogen y llevan a Palau, el pueblo donde se celebra el evento. Me dejan en la pensión, me aseo, y voy hacia el sitio. Como son unas jornadas multidisciplinares (había de todo; rol, juegos de mesa, Warhammer, manga, recreación histórica... incluso combates de wrestling), y en la zona de juegos me encuentro con Edu, un viejo conocido de jornadas (habitual de los vivos de Mundo de Demencia), tan viejo conocido que echamos cuentas y no nos habíamos visto desde 2004. Casi nada.

Luego ceno algo, me disfrazo y voy a jugar Midnight Krewe, una maravilla de rol en vivo, que no solo es de lo mejor que he jugado en mucho tiempo, y que si no entra, se quedaría muy cerca de un top-10 de todos los que he jugado. 

El sábado por la mañana, sin mucho madrugar, dirijo una partida de El año tranquilo, a un matrimonio ya de cierta edad, que lo más parecido que conocían al rol eran las salas de escape. Espero que les gustara la experiencia.

Recibo la visita de Fiber y Moonesia, con quienes voy a comer, y a quienes tengo a la tarde en el segundo pase de El año tranquilo. Vienen también Joan, con la peque, y Kevin, otros que no había visto el año, y así vamos pasando la tarde.

Tras la cena, y a falta de opciones mejores, me apunto al cluedo en vivo inspirado en Arcane, que es una serie que no me llama y un formato de partida que no me entusiasma, pero lo organizaba la gente de Roamers, y eso es un plus, y aunque lógicamente no fue mi partida favorita, reconozco que estaba muy bien montada.

Llega el domingo, y acabo jugando a Alice is Missing. A mediodía vienen Irantzu y Joan, con los que voy a comer, pasamos la tarde juntos, y finalmente me acercan al aeropuerto (¡muchísimas gracias!). En el Prat toca hacer algo de tiempo, y cuando estoy en la cola de embarque empiezan a sonar rumores de retraso/cancelación (por el tema de la inundación madrileña), pero la cosa queda en nada y a las 23:30 estaba ya entrando por la puerta de casa.

Lo mejor de todo, que a mucha de la gente de las jornadas la volveré a ver en menos de dos semanas, así que algunas despedidas no fueron tan dramáticas.

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