Jason Statham matando y haciendo fantasmadas es un subgénero en sí mismo.
En lo que podría ser el nacimiento de una nueva franquicia, Statham da vida a Clay, un tranquilo apicultor, y muerte a todos los sicarios que se le ponen por delante, pues resulta que era miembro de una agencia supersecreta y de ultraelite del Gobierno de los EEUU. En esta ocasión, el blanco de sus iras es una empresa que se dedica a realizar estafas online a personas vulnerables, y en especial a jublados.
Eso nos lleva a una ola de mamporros, explosiones e incendios, donde vemos cómo crujen los cráneos de los sicarios, las leys de la física y todo lo que conocemos de seguridad informática, en una escalada que acabará enfrentando a Clay a gente del más alto nivel. Pero si te enfrentas a un personaje interpretado por Jason Statham, ya sabes lo que toca.
Su mayor virtud, dar exactamente lo que ofrece.
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