Leónidas, otra vez haciendo amigos en Persia.
El cartel ya nos da una pista de que lo que nos vamos a encontrar es una película de acción genérica, protagonizada por Gerald Butler. En ella Butler da vida a Tom Harris, un operativo del MI6 que está en Irán, haciendo un trabajito para la CIA (la típica voladura de central nuclear), y el Gobierno iraní, que no sabe aguantar una broma, pone precio a su cabeza, lo que hace que se sume a la fiesta Parshand, un agente de los servicios secretos pakistaníes, metido a cazarrecompensas.
La trama se habría resuelto con facilidad si Butler hubiera cogido el primer avión a Londres, pero cuando están en el aeropuerto le lían para salir de tranquis, en una fiesta con putas y coca, y en plena fase "exaltación de la amistad" acepta otra misión suicida en Irán, que hasta coger el avión le da tiempo.
Se va a la frontera agfano-iraní, y cuando está allí le avisan de que su tapadera ha sido descubierta, que su foto está en todos los periódicos, de modo que aborta operación, chaval, te piras del país. Problema: el punto de extracción está en la otra punta del país, y va a tener que atraversarlo mientras le buscan el Gobierno iraní, la milicia talibán, los servicios secretos pakistaníes y probablemente unos señores de Murcia. Por suerte Harris es un hombre de recursos, y afeitarse para que no le reconozcan no se le ocurre, pero a cambio sí otra serie de cosas que, espiral de violencia, tiros y explosiones mediante, harán que su ruta sea de lo más amena.
De lo más amena para él, claro, puesto que hay ratos en los que esto parece un anuncio de coches, en los que solo se ve un vehículo transitando por carreteras abanonadas. Con paisajes chulos, eso sí.
Esa conducción calmada se verá interrumpida de vez en cuándo con tiros, explosiones y algunas escenas más interesantes que otras, pero la película en general, sin ser tampoco especialmente mala, da la sensación de no estar aportando nada. Lo que decía al principio de la crítica: una peli de acción genérica, de la que dentro de un tiempo ya me habré olvidado.
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