El regreso de Hugo y Amicia.
Segunda parte del maravilloso A plague tale: Innocence, Requiem tira por un perfil continuista en cuanto a sus mecánicas, siendo en ese aspecto un juego muy similar a su predecesor, lo que en sí mismo no es malo, aunque sí que tiene algunos momentos valle en los que se puede hacer un poco repetitivo. Innova alguna cosa, por supuesto (como la brea o la ballesta, que nos permiten matar soldados como si no hubiera mañana), y los personajes secundarios que presenta o reintroduce, nos traen también mecánicas nuevas.
Sin embargo, no es en ese apartado donde destaca (tampoco en el de la Inteligencia Artificial de su enemigos), sino en los apartados técnicos, con un aspecto gráfico impresionante y una música muy bien hilada, que además acompaña muchas veces a la trama, sobre todo en las escenas de tensión, donde consigue con unos pocos acordes de violín ponernos los pelos de punta.
Donde también puntúa muy alto es en su historia, y en el desarrollo de los personajes, cuya evolución se siente natural (orgánica, que se dice mucho), y consiguen que empaticemos con ellos y sintamos su dolor, mientras que introduce villanos a los que es imposible no coger una mezcla de pavor, asco y odio.
Entrando en el terreno de los SPOILERS (¡deja de leer si no lo has jugado y tienes intención de hacerlo!), no puedo sino decir que el jefe final de este juego es al que más me ha costado nunca enfrentarme, y es que nos plantean una de las escenas emocionalmente más duras que recuerde ahora mismo en un videojuego.
Muy satisfecho con esta segunda entrega, que tal vez como videojuego puro sea algo inferior al otro, pero que como historia merece muchísimo la pena, y acudiré raudo a la llamada si algún día sale la tercera parte que sugiere la escena postcréditos.
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