Libérrima traducción de lo que sería "Tiradores".
La idea de esta película es muy buena: explorar la primera guerra mundial desde un planteamiento poco explorado, y la presencia de un actor tan carismático como Omar Sy es otro gancho, pero la sensación que deja es que resulta muy flojita para lo que podía haber dado de sí (en este caso, de Sy).
La acción se desarrolla en las trincheras de Verdun en 1917, donde soldados provenientes de las colonias francesas se ven obligados a combatir, en nombre de un país que solo los ve como recursos. Uno de esos soldados es Bakary, que cuando su hijo Therno es reclutado a la fuerza, decide alistarse como voluntario, para poderlo proteger.
Lo que sigue es el típico relato de guerra, más un compendio de hazañas bélicas y costumbrismo castrense, con algunas escenas mejores que otras, pero sin un desarrollo de la historia especialmente interesante, y aunque tiene sus momentos buenos, las escenas de batalla acaban siendo a veces excesivamente confusas, y se termina convirtiendo en un compendio de cosas que pasan, hacia un final que pretende ser emotivo pero al que le falta algo de chicha, quizás porque no ha terminado de definir a los personajes todo lo que pretendía.
Un desastre no es, por supuesto, pero se queda lejos de lo que prometía.
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