Una de las filas que tenía que vigilar.
El hecho de que fuera sábado no me ha servido de excusa para no madrugar hoy (algo más que de normal, de hecho) y tener que ir a trabajar. Pero no al sitio habitual, sino al BEC, donde hoy se celebraban dos exámenes de oposiciones (TAG por la mañana y liquidadores por la tarde), y aunque obviamente es cansado tirarse ahí diez horas y malcomer en el escaso rato que había entre examen y examen, no ha sido de las veces más horribles.
Por la mañana un examen de cuatro horas, en los que algunos han apurado hasta el último minuto (lo que choca, pues era un examen tipo test, de cien preguntas no demasiado largas, que se podía hacer de sobra en 2) y por la tarde un poco más corto, en cuanto a tiempo, pues eran solo 3tres horas. Aunque también 100 preguntas, y también con la gente apurando hasta el final.
Pero ya está hecho, y aunque las piernas acusan la kilometrada del día (unos 14000 pasos contaba la pulsera solo en ir de un lado a otro), sigo vivo, y menos reventado de lo que temía que iba a estar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario