El armario es cortesía de Bilbogames.
Aprovechando la mañana libre he aprovechado para ir, provisto de la caja de herramientas, al trastero, para seguir motnando los armarios. El resultado, lamentblemente, era descorazonador: llevaba una hora ahí y no había sido capaz de ensamblar bien dos piezas.
Y no es que sea yo una persona torpe en cuestiones de montaje mobiliario, donde sin ser un experto me considero cuando menos un adulto funcional. Pero es que los empalmes de las barras están tan mal diseñados que no enganchan bien, y tampoco hay postura cómoda para darle con el martillo, lo que unido al escaso tamaño del trastero hace que haya que adoptar posturas cuasiacrobáticas para intentarlo. Lo frustrante es que para cuando enganchaba de un lado se salía de los otros dos, y así he estado un rato largo hasta que, harto de no prosperar, he desistido.
Otro día volveré con refuerzos. A ver si a cuatro manos se hace mejor.
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