Pero de estos.
Una semana llevo en el nuevo trabajo y ya he pasado por tres mesas distintas, que el jueves serán ya cuatro. Esto es debido a que, como nuestra oficina oficial está en obras, estamos como quien dice "de prestado" en otra, y no hay sitio para todos, así que esta semana me ha tocado andar parcheando y ubicándome en uno u otro sitio, según disponibilidades. Aunque se supone que a partir del jueves, que una compañera cesa contrato, podré tener un sitio más o menos fijo.
Sin embargo, no todo ha sido malo en este ir y venir de sitios, ya que el miércoles y el jueves me tocó estar en la mesa habilitada de forma provisional en la que será la oficina, que ahora está en obras, y fue una delicia el tener el trabajo al lado de casa. No me muero por tener que ir hasta donde está ahora, pero lo cierto es que muero de ganas por que termine la obra (aunque tiene pinta de que va para meses, así que paciencia).
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