A pesar de los colores, es española y no francesa.
Una especie de versión de Romeo y Julieta, aplicado a la política española, nos mezcla a una política del ala izquierda del PSOE con un cayetano de las juventudes peperas, en un romance que tienen que ocultar, pues ambos son las respectivas cabezas visibles de sus partidos.
Comedia romántica disfrazada de tibia sátira política y tibia sátira política disfrazada de comedia romántica, es cierto que no ahonda y opta por quedarse en tierra de nadie, jugando con algunos tópicos manidos y sin entrar casi en harina (algún arrebato de ingenio tiene, pero si algo se le puede achacar es que no termina de mojarse). Sin embargo, es divertida, que es lo que importa, y se mueve por los parámetros de lo esperable, con algunos brochazos de caspa, aunque sin llegar a la vergüenza ajena. Además, es cortita, de modo que como producto de entretenimiento ligero funciona muy bien.
A destacar la brillante caracterización de Elena Irureta, que protagoniza aquí la biopic no oficial de Esperanza Aguirre, y de las redes sociales, que son prácticamente un personaje más de la película.
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