Ha costado, pero ya está.
Con casi un año de retraso, pues la compra debería haberse realizado en mayo, por fin la semana pasada (tras insistir yo) me avisaron de que estaba ya la licencia municipal necesaria, por lo que ya se podían empezar a formalizar ante notario los contratos. Me dieron cita para hoy, así que ahí estaba yo a las cuatro.
Sin embargo, fiel al accidentado espíritu de esta adquisición, la cosa no ha sido tan fácil, pues después de firmar al segundo intento, porque mi segundo apellido estaba mal, y marcharme a casa, me llaman para avisarme de que hay que volver porque había un pequeño descuadre de 18 euros (un 75 que se había convertido en 57) y tengo que volver, para firmar de nuevo.
Voy, pago allí mismo los 18€ que faltaban, firmo de nuevo y esta vez sí, ya puedo decir que soy propietario de un trastero. Ya tengo mazmorra.
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